Muy al estilo Stranger Things o Dark, la plataforma de streaming Netflix vuelve a sorprender a su audiencia con The Rain (La Lluvia), una serie producida en Dinamarca, y que trata sobre la supervivencia de un grupo de jóvenes ante una mortal lluvia que mata a casi la totalidad de la población de Escandinavia.
Simone y Rasmus son los protagonistas de esta historia que se sostiene en el instinto natural de supervivencia de todo ser humano. Ellos permanecen 6 años al interior de un búnker subterráneo en el cual salvaguardaron sus vidas. Seis años escondidos de todo contacto con la humanidad a pedido de su padre, un científico del proyecto Apollon, cuya misión estaba enfocada en controlar el mundo a través del desarrollo de la cura de un virus que ellos mismos habían creado.
Sin embargo, se puede decir –en el argot popular- que al padre de ambos se le pasó la mano. Al intentar hacer su trabajo, termina matando a mucha gente con el virus. Esto se convertirá en un dilema ético de Simone, quien en el transcurso de la historia, mientras va conociendo el proyecto Apollon, se va desilusionando del actuar de su padre, Frederik, y cuestiona si hace bien o no en buscarlo y reencontrarse con él.
The Rain también plantea reflexionar sobre el valor intrínseco del ser humano. ¿Acaso debemos convertirnos en caníbales para salvar nuestras vidas? ¿Debemos abandonar a los amigos en circunstancias difíciles? ¿En grupo se pueden afrontar mejor los problemas? Pienso que estas son algunas de las preguntas principales que se plantean los personajes en cada una de sus acciones, y que el guion de la serie ha respondido satisfactoriamente.
La serie presenta también mucho contenido tecnológico: desde transmisiones en vivo a través de Facebook Live, búnkeres que se abren con la palma de la mano y que tienen un sistema operativo preparado para cualquier eventualidad, así como el uso de drones y mapas virtuales para ubicar a las personas a través del calor corporal.
«The Rain también plantea reflexionar sobre el valor intrínseco del ser humano. ¿Acaso debemos convertirnos en caníbales para salvar nuestras vidas? ¿Debemos abandonar a los amigos en circunstancias difíciles? ¿En grupo se pueden afrontar mejor los problemas?»
Es este último tópico lo que me trae a memoria series como Stranger Things o Dark. Todas tienen, en diversos grados, un poco de ciencia ficción; acercan al espectador al desarrollo tecnológico del momento; y tienen un escenario paralelo que se desarrolla en el subsuelo, en lo oculto. Quizás aquello que no se ve es lo que proporciona intriga y despierta el interés de conocer qué habrá más allá de lo visible y lo cotidiano.
Por ahora, The Rain tiene una temporada de 8 capítulos, y ya se tiene prevista una segunda para el 2019. Qué bueno que sea así, ya que al final de la primera temporada, si bien empiezan a cobrar sentido algunas escenas del inicio, quedan pendientes muchas cosas por resolver entre los protagonistas. No se sabe qué decisiones tomarán ni qué futuro les espera en medio de la nada. Es quizás por estos y otros motivos que «La Lluvia» aún no tiene cuando acabar.
