Esta semana vi la película Contratiempo (2017), una recomendación que me hicieron llegar a través de las redes sociales. Se trata de una gran película que ha utilizado el pensamiento lateral como punto de inicio para construir un guion que desarrolla sus escenas en medio de una trama policial.
Todo comienza con una mentira. Bien dice el dicho que las mentiras tienen patas cortas, y para mantener una mentira es necesario crear otras para que la farsa se pueda mantener. Este será el talón de Aquiles del joven emprendedor y empresario exitoso Adrián Doria, quien mantiene una relación extramatrimonial con la fotógrafa Laura Vidal.
En uno de sus repentinos encuentros a escondidas, un ciervo se les cruza por la carretera y terminan involucrados en un accidente de tránsito que tiene una víctima mortal: Daniel Garrido. Ante lo que parece ser un plan perfecto para desaparecer el cuerpo y eliminar todo tipo de rastro que los involucre, la pareja termina urdiendo un real asesinato que se les escapa de las manos.
Son los detalles los que permitirán a los padres de la víctima descubrir quién asesinó a su hijo, luego de agotar todos los recursos a través de las instancias policiales y judiciales. Y son esos detalles con los que se confronta Doria al ser entrenado por Virginia Woodman, una experta entrenadora de testigos para juicios.
«Es una película que permite al espectador ingresar a la mente de un criminal, ver la vulnerabilidad de esta por defender el ego, y lo difícil que puede ser mantener una mentira por siempre».
Sin embargo, todo cobra sentido conforme la cinta va llegando a su final: la verdad sale a la luz gracias a una estrategia bien montada por el padre de Garrido, quien a mi parecer aplica lo que yo denomino “pensar como un criminal”. Eso es lo que hace el pensamiento lateral: involucra ponerte en el otro lado de una situación para poder ver posibles salidas ante un problema determinado.
Me dio gusto ver a Francesc Orella en esta cinta. Así como destacó su participación en Merlí, acá interpreta el papel del abogado de Doria, Félix Leiva. Es el personaje que lo tiene todo bajo control, el que mueve sus influencias en beneficio de sus patrocinados. También destaca el trabajo de Mario Casas, quien cumple diversos roles en la película: es el empresario, esposo, padre, asesino y acusado a la vez.
Contratiempo es una película que la pueden encontrar en Internet (incluso en Facebook, en grupos de admiradores de Casas), y que permite al espectador ingresar a la mente de un criminal, ver la vulnerabilidad de esta por defender el ego, y lo difícil que puede ser mantener una mentira por siempre.
Esta producción española fue producida por Antena 3, de propiedad de Atresmedia Corporación, lo que le aseguró una buena dirección de arte al producto final. Asimismo, los escenarios que se ven en la cinta son agradables y pieza clave para poder entender los dos asesinatos en cuestión. Recomiendo hacer apuntes, un procedimiento que no debemos despreciar, y que enriquece nuestra posición como espectadores, ya que nos permite esbozar una posible salida al guion que vamos construyendo en nuestra mente.
