Siempre digo que para que los productos culturales funcionen, y tengan eco en determinada comunidad, requieren de un guion con el cual se identifique la gente. Eso implica gustos, formas de pensar, objetos de colección o recuerdo, etcétera. Además, es necesario que se genere un interés particular en el público objetivo, ya sea a través del trabajo audiovisual o de otros recursos que marcarán el género o tipo de producción realizada.
Muchas de estas cosas se mezclan en El aviso, cinta española estrenada este año que relata la historia de un eventual asesinato que se puede evitar gracias a una secuencia numérica. Jon, el protagonista, es testigo del ataque con arma de fuego del que fue víctima su mejor amigo en una tienda de un grifo que atiende las 24 horas, el 02 de abril de 2008.
Es este hecho el que da pie a la historia que basa su argumento en un descubrimiento que hace Jon: en años anteriores, en el mismo lugar, y en una misma fecha, se habían producido otros asesinatos. Esto hace que él inicie una investigación sobre estos hechos, busque a los testigos, y trate de encontrar una respuesta lógica al ataque en contra de su amigo.
Tras su búsqueda, se da cuenta que hay ciertos patrones numéricos que pueden evitar una próxima muerte, pronosticada –según sus cálculos- para el 12 de abril de 2018. Este interés por evitar que ocurra el hecho hace que sus amigos cuestionen su pensar y relacionen sus comentarios con desvaríos.
«La idea es buena, se trabaja mucho con el suspenso, pero no se sabe si se busca explicar el enigma matemático o salvar la vida del niño».
Paralelamente, con el respectivo –aunque tardío- salto temporal, se cuenta la historia de Nico, un niño que está próximo a cumplir los 10 años, y cuyo presagio de muerte llega a través de una nota que escribió Jon en el 2008, el 12 de abril, día en que se da cuenta que quien tenía que morir no era su amigo, sino él.
Gracias a este mensaje, Nico logra salvar su vida, hecho que es el desenlace de la película. No obstante, aquí es donde como espectador uno empieza a cuestionar algunos aspectos del guion. No se llega a conocer claramente la fórmula matemática que emplea Jon para pronosticar la eventual muerte de Nico, y son confusos los saltos temporales dentro de la cinta.
Por momentos se puede llegar a pensar erróneamente que la vida del niño y el accidente ocurren en un mismo tiempo, o el espectador puede esperar que la enfermedad mental de Jon sea un argumento que sume a la trama. Sin embargo, ello no ocurre en la cinta. Se percibe que se ha tratado de cerrar el círculo lógico colocando el parche de la reencarnación fantasmagórica del protagonista 10 años después.
La idea es buena, se trabaja mucho con el suspenso, pero no se sabe si se busca explicar el enigma matemático o salvar la vida del niño. El aviso es una película que reitera mucho en lo mismo, no escapa del formato, corre temporalmente, y llega a confundir mucho al espectador.
