Luego de recomendarles ver La maldición de la llorona la semana pasada, hoy les propongo otra del mismo género, aunque con menos terror: El silencio, disponible en Netflix. Se trata de una cinta que cuenta cómo una familia escapa de un ataque masivo de criatura extrañas, muy parecidas a murciélagos gigantes, que no pueden ver pero que acuden a los lugares con ruido.
Estas criaturas aparecen luego de que un grupo de científicos destruyeran una cueva en donde estaban escondidas. Ante ello, Allyson -una adolescente sorda- y su familia emprenden su fuga hacia el norte de los Estados Unidos, mientras cumplen las primeras recomendaciones de los noticieros que aún siguen con señal: deben desplazarse y permanecer en silencio.
«Luego viene otro problema: una secta religiosa pretende capturar a Ally con la intención de violarla. Este quizás es el nudo principal de la cinta, ya que se ejecutan diversas acciones que ponen en riesgo a toda la familia».
En medio de esta odisea, la familia se cruza con un dilema: dejar a su suerte a su perro. La mascota ladra y se convierte en un elemento que llama a las criaturas raras. Luego viene otro problema: una secta religiosa pretende capturar a Ally con la intención de violarla. Este quizás es el nudo principal de la cinta, ya que se ejecutan diversas acciones que ponen en riesgo a toda la familia.
Hay que resaltar que Ally al ser sorda está acostumbrada a no oír; sin embargo, su discapacidad le ha permitido desarrollar su instinto para percibir eventuales problemas que se puedan avecinar. Del mismo modo, cuando a su mascota se le erizaba la piel, esto significaba que se aproximaban cosas extrañas.
Siendo Allyson el personaje principal, tanto el inicio como el final de la cinta está romantizado un poco y tiene un final feliz, por así decirlo: conoció a un chico que se comunicaba con ella en lenguaje de señas y, finalmente, gracias a la tecnología, se vuelven a unir en esta tenebrosa situación.
