El domingo se llevó a cabo la entrega de los premios Oscar. American Factory, documental que aborda el ingreso de la compañía Fuyao a los Estados Unidos, ganó en esta categoría. La producción, primera de la compañía de los Obama y disponible en Netflix, muestra una de las dificultades a las que se enfrenta el mundo contemporáneo: el desempleo producto de la automatización industrial.
Para ello, aborda la situación de cientos de estadounidense que vieron el ingreso de la compañía china Fuyao Glass America –en la antigua sede de General Motors, en Dayton, Ohio- como una oportunidad con la cual podían volver a construir el denominado “sueño americano”.
Sin embargo, se dan con la sorpresa de que los chinos tienen otra cultura de trabajo, con sueldos muy bajos y sin seguridad laboral. Por su parte, los empleados chinos de Fuyao, que fueron trasladados a Estados Unidos para implementar la fábrica, ven a los aprendices como poco productivos y nada rentables.
«[…] el documental nos obliga a mirar cuán valiosas han sido las luchas sobre derechos laborales».
Esta situación empeora ante la inminente creación del Sindicato de Trabajadores Automotrices, hecho que a vista de Cao, presidente de Fuyao, pone en riesgo la imagen de su empresa y su productividad.
Lo que sí está claro en American Factory es cómo los estadounidenses esperan que se respeten las reglas de juego en materia laboral que tiene su país (pese a no tener respaldo político alguno), y cómo Fuyao gana una batalla a punta de dinero y temor de gente que necesita trabajar, y que estuvo mucho tiempo sin un empleo.
Con ambas posturas sobre la mesa, el documental nos obliga a mirar cuán valiosas han sido las luchas sobre derechos laborales, y cuán necesario es que los gobiernos se involucren en hacer respetar los mismos bajo la perspectiva de la dignidad humana.
